La connivencia del gobierno español y las compañías eléctricas, hacen que nuestra salud corra un grave peligro. Eso por no hablar de los beneficios económicos que reportará a las compañías eléctricas al invadir literalmente nuestra privacidad.
El gobierno nos obligará a golpe de ley y las compañías harán el resto. Un ejemplo de la utopía que suponen las democracias occidentales. Pensaba que un gobierno debía proteger a sus ciudadanos, no a una minoría.